Compartimos con vosotros la descripción que ha preparado una de nuestras voluntarias sobre Shira…
«Shira llegó al Refugi con su familia: ¡ni más ni menos que 8 cachorros!
Fueron rescatados en plena calle y todavía mamaban cuando llegaron. Los encontraron gordos y sanos a costa del agotamiento de su madre que estaba débil y sufría en todo su cuerpo las consecuencias de la dura vida en la calle.
Los pequeños gordinflones fueron adoptados y ella fue recuperándose lentamente. Ahora es una perra fuerte y bellísima. No podéis imaginaros qué cambio más gratificante.
Refleja sabiduría y es de esos animales silenciosos y pacientes que llenan los espacios con su presencia. Pasea por las instalaciones tranquilamente, atenta y vigilante; no pierde detalle y parece controlar que todo esté en orden.
Shira es toda nobleza y dignidad y puede adaptarse a cualquier situación con una condición: que la quieran y la respeten.
Necesita un lugar amplio en el que haya movimiento y se sienta activa.
Todos comentan al verla que parece llevar mezcla de sharpey y rootweiler lo que efectivamente le da un aspecto serio y elegante; si no la conoces infunde respeto pero cuando te acercas y te mira solo tienes ganas de irte a caminar con ella para que te explica qué opina en ese momento de la situación.»